Si algo lleva sorprendiendo al Festival desde que nació en el año 2003, es su rápido crecimiento. La organización del In-Edit.Beefeater tenía fe en que la unión de música y cine tendría su público, pero la inexistencia en el país de propuestas similares nos hacía suponer que quizá tocaríamos techo enseguida. 6 ediciones y 21.500 espectadores después, ya no lo tenemos claro.
Por otra parte, y esto es uno de los hechos que más felices nos hacen en este momento, el Festival ha vivido, al mismo tiempo que crecía su público, una destacada expansión internacional. Desde su ¡segundo! año, In-Edit.Beefeater ya tenía un hermano de sangre en Santiago de Chile, un hecho que al principio podía parecer menor (¿los mismos intereses en dos puntos separados por 12.000 km?) pero que en este año 2009 se ha confirmado como una realidad. Y así, durante este año se han incorporado a la familia Buenos Aires, Sâo Paulo y Puebla (México). Show must go on!
Y, por supuesto, durante estos seis años, el Festival In-Edit.Beefeater ha intentado llegar, en la medida de lo posible, a otras ciudades del país, para que los contenidos del Festival no sean sólo exclusivos para los residentes en Barcelona. Y así, son varios años colaborando con festivales -Territorios (Sevilla), Dock of the bay (Donosti), Cineuropa (Santiago de Compostela), S.O.S 4.8 (Murcia)- e instituciones varias como el Cabildo de Lanzarote y las Filmotecas de Murcia y A Coruña, entre muchas otras colaboraciones que han permitido que el documental musical extienda su influencia por todo el país. Y sí, lo sabemos, tenemos que volver a Madrid.